¿Qué causa la gota después de la cirugía?

La gota después de la cirugía puede ser una experiencia extremadamente frustrante. Afortunadamente, nuevas investigaciones médicas nos ayudan a comprender cómo una solución quirúrgica puede resultar en los mismos síntomas.

La gota es una forma extremadamente dolorosa de artritis causada por un exceso de ácido úrico en el cuerpohiperuricemiaEsto puede dar lugar a la formación de cristales de ácido úrico en las articulaciones. Por lo general, afecta a una articulación a la vez, generalmente el dedo gordo del pie.

La obesidad y una mala alimentación son algunos de los mayores factores de riesgo que pueden llevar al desarrollo de la gota. El dolor y otros síntomas pueden aliviarse con cirugía. Los estudios muestran que la cirugía bariátrica tiene la tasa de éxito más alta en el alivio de los síntomas de la gota y la hiperuricemia.

Sin embargo, un estudio reciente también encontró que los brotes de gota son más probables en los días posteriores a la cirugía.

La buena noticia es que, aunque la gota puede ser extremadamente dolorosa e incapacitante, también es altamente tratable en casi todos los pacientes. Sin embargo, es fundamental detectarla y tratarla lo antes posible para evitar dolor y complicaciones.

Veamos más de cerca qué es la gota y por qué puede ocurrir la gota después de la cirugía.

La Gota: ¿Qué es y cómo afecta al cuerpo?

La gota se está volviendo cada vez más común. Según estudios, podría haber hasta 5 millones de personas que sufren de gota solo en los Estados Unidos. Incluso estimaciones más conservadoras sitúan la cifra por encima de dos millones de personas.

Anteriormente, se pensaba que la gota era una enfermedad que afectaba exclusivamente a hombres de mediana edad y mayores Cada vez más se incluye a personas más jóvenes y mujeres en el grupo afectado. Sin embargo, la causa del aumento en la incidencia entre las personas más jóvenes no está clara.

Dicho esto, una mayor esperanza de vida, el aumento de peso y el uso de diuréticos podrían contribuir al incremento en los adultos mayores.

¿Qué causa los brotes de gota?

La gota se asocia con la acumulación de ácido úrico. El ácido úrico se produce como parte del metabolismo de las purinas en el cuerpo Las purinas son sustancias químicas que se forman cuando el cuerpo descompone cualquiera de las numerosas sustancias que contienen purinas. Esto incluye los ácidos nucleicos derivados de nuestra dieta o de la descomposición celular.

La gota puede ocurrir cuando una persona produce demasiado ácido úrico o no puede excretar suficiente en la orina (o ambas cosas). La incapacidad para eliminar suficiente ácido úrico en la orina es la causa más común de la gota (aproximadamente el 90% de los casos).

Los siguientes factores pueden aumentar las posibilidades de desarrollar gota:

  • obesidad, hipertensión y/o diabetes
  • tener un familiar cercano que sufra de gota
  • problemas renales
  • consumir alimentos que causan acumulación de ácido úrico, como carne roja, despojos y mariscos
  • consumir una cantidad excesiva de cerveza o licores

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Las diferentes etapas de la gota

La gota es una forma dolorosa e incapacitante de artritis inflamatoria. Normalmente afecta solo una articulación a la vez, más comúnmente el dedo gordo del pie. Sin embargo, la gota es una enfermedad progresiva, lo que significa que eventualmente puede afectar prácticamente cualquier articulación o tejido blando en el cuerpo.

Los ataques de gota suelen ser descritos por los pacientes como un inicio repentino de hinchazón, enrojecimiento e incluso calor. Por supuesto, hay un dolor extremo en la articulación afectada.

La artritis gotosa puede desarrollarse como resultado de frecuentes brotes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esta es una versión más grave de la afección, y en muchos casos puede requerir una intervención médica más directa.

La mejor manera de entender la gota es pensar en ella en cuatro etapas:

  1. Etapa 1 (Ácido úrico alto) En esta etapa, normalmente no hay síntomas y no se trata. Elevación del ácido úrico sin gota ni cálculos renales.
  2. Etapa 2 (Brotes agudos) Durante esta etapa, los ataques agudos de gota causan dolor e inflamación en una o más articulaciones.
  3. Etapa 3 (Períodos intercríticos) Son períodos en los que una persona aparenta estar normal pero está en peligro de tener otro episodio agudo.
  4. Etapa 4 (Gota avanzada) Esta es una etapa de artritis gotosa crónica marcada por "nódulos" de ácido úrico, llamados tofos, y ataques agudos recurrentes de gota. Además, a menudo hay dolor entre los ataques.

Complicaciones a largo plazo de la gota

Si bien los brotes de gota pueden parecer solo temporales, la acumulación de ácido úrico en el cuerpo puede causar daños a largo plazo.

Tofos:

Se forman cúmulos de cristales de ácido úrico llamados tofos debajo de la piel. Pueden afectar cualquier articulación o cartílago, incluyendo los dedos, manos, pies y tobillos. Los tofos también pueden aparecer en las orejas. Los tofos pueden no siempre causar dolor, pero si no se tratan, pueden destruir las articulaciones, los huesos y el cartílago.

Deformidad y daño en las articulaciones

Cuando se tiene gota crónica, las articulaciones se hinchan regularmente. Los tofos y la inflamación crónica pueden causar daño permanente en las articulaciones, deformidad y rigidez. En casos graves de gota crónica, puede ser necesario recurrir a la cirugía para reparar o reemplazar las articulaciones.

Insuficiencia renal y enfermedad renal

Los cristales de ácido úrico pueden formar cálculos renales, lo que puede causar daño y cicatrización en los riñones. También se cree que dañan los riñones con el tiempo, provocando enfermedad renal, especialmente si la gota no se trata.

¿Cuándo es necesaria la cirugía para la gota?

Actualmente no existe una cura permanente para la gota. Sin embargo, tomar medicamentos y realizar cambios en el estilo de vida puede ayudar a las personas a controlar los síntomas de la gota. Como resultado, algunas personas solo experimentan síntomas de la gota de vez en cuando.

Otros no tienen tanta suerte y pueden experimentar brotes crónicos regulares. En este punto, la condición se conoce como gota crónica tofácea. En esta forma más avanzada de la gota se forman tofos de ácido úrico. Estos son depósitos duros que pueden formarse debajo de la piel y dañar el cartílago y los huesos.

En casos graves, un médico puede recomendar la cirugía si los tofos:

  • se infectan.
  • causan deformidad articular grave
  • causan un dolor insoportable
  • comprimen nervios vitales

Dado que la gota es una enfermedad progresiva, sus síntomas empeorarán con el tiempo si no se trata. Si se deja sin control, estos síntomas pueden causar daños irreversibles.

Opciones quirúrgicas para la gota tofácea

Para las personas con gota avanzada, actualmente existen tres opciones quirúrgicas. Son las siguientes:

  1. Eliminación de tofos:
    La eliminación de tofos implica la extirpación de crecimientos infectados, inflamados o dolorosos. Se elimina un tofo mientras se preserva la mayor cantidad posible de tejido circundante. Si el tofo está infectado o causa molestias o deformidades graves, un médico puede recomendar este procedimiento.
  2. Fusión articular:
    La cirugía de fusión articular consiste en unir los huesos de una articulación, como su nombre indica. Si bien esta operación puede limitar el movimiento de una persona, ayuda a aliviar síntomas como el malestar persistente. Los cirujanos suelen fusionar articulaciones más pequeñas, ya que pueden ayudar a aliviar el dolor.
  3. Reemplazo articular:
    En algunas circunstancias, los médicos pueden recomendar a los pacientes someterse a un reemplazo articular. Los médicos utilizan este procedimiento para reemplazar una articulación dañada y dolorosa por una articulación artificial. Esta cirugía puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar el movimiento. Este procedimiento se realiza con mayor frecuencia en la rodilla.

Prevalencia de la obesidad en los casos crecientes de gota

Según estudios, la gota y la hiperuricemia afectan aproximadamente al 4% y al 21% de la población en Estados Unidos, respectivamente. Estas tasas han aumentado en las últimas décadas. Los expertos creen que esto se debe a que la obesidad, un factor de riesgo clave para la gota, se está volviendo más frecuente.

A diferencia de otros tipos de artritis, la gota es causada por cambios en el metabolismo del cuerpo en lugar del sistema inmunológico. La gota es causada por una combinación de factores genéticos, médicos y ambientales. Cada uno de estos factores contribuye a la hiperuricemia o al aumento de los niveles de ácido úrico en la sangre.

Los alimentos que consumimos pueden tener un impacto sustancial en la aparición de los síntomas de la gota. Esto se debe en gran parte a la presencia de purinas, un compuesto orgánico que se encuentra en muchos alimentos. Cuando se consumen purinas, el cuerpo las descompone y las convierte en el producto de desecho ácido úrico.

Normalmente, los riñones filtran el ácido úrico de la sangre y lo eliminan a través de la orina. Sin embargo, a veces el cuerpo puede producir más purinas de las que los riñones pueden descomponer eficazmente. Es entonces cuando el ácido úrico comienza a acumularse y formar los cristales que causan los ataques de gota.

Gota después de la cirugía bariátrica

Se ha demostrado que la pérdida de peso reduce los niveles de ácido úrico en suero, lo que disminuye la probabilidad de ataques de gota. La cirugía bariátrica y un plan de tratamiento integral pueden ayudar a usted o a alguien a quien le importe a perder peso y mejorar su salud a largo plazo.

Se ha demostrado que la pérdida de peso asociada con la cirugía bariátrica alivia los síntomas de la gota y la hiperuricemia sin lugar a dudas. Sin embargo, los brotes de gota después de la cirugía son más probables en el corto plazo.

Durante mucho tiempo, nadie sabía qué estaba causando el aumento de los brotes. Algunos expertos especularon que la causa podría estar relacionada con los cambios en el cuerpo después de la cirugía bariátrica. Además, se deben tener en cuenta las numerosas predisposiciones clínicas antes y después de la cirugía.

Y eso es exactamente lo que los médicos examinaron a continuación.

Estudios arrojan luz sobre la gota después de la cirugía

En dos estudios famosos, los médicos evaluaron las características clínicas y los factores de riesgo de los brotes de gota durante el período posterior a la cirugía en pacientes que previamente habían sido diagnosticados con gota.

Algunos de los factores de riesgo más comunes para los brotes de gota incluyen:

  • Una dieta rica en carnes y mariscos
  • Alcohol
  • Bebidas gaseosas, jugos de frutas con alto contenido de fructosa o sacarosa
  • Medicamentos como diuréticos o aspirina de baja dosis
  • Menopausia
  • Enfermedad renal crónica
  • Período postoperatorio para pacientes con antecedentes de gota

Estudio #1:

Un total de 70 pacientes se tomaron como grupo de control en un estudio que examinó los aspectos clínicos de la gota después de la cirugía. Estas personas tenían antecedentes de gota y habían visitado a un reumatólogo antes de someterse a una cirugía bajo anestesia general. Aquellos que experimentaron gota después de la cirugía se compararon con pacientes que no desarrollaron un brote de gota.

El grupo original contenía un total de 184 pacientes. Luego se excluyeron dos tipos de individuos del grupo de estudio. El primero fueron pacientes que se sometieron a cirugía bajo anestesia local o cirugía para establecer fístulas arteriovenosas para hemodiálisis. El segundo fueron pacientes cuyos registros médicos electrónicos carecían de información clínica adecuada. Al final se seleccionaron un total de 70 pacientes.

El estudio encontró que los pacientes que tenían niveles altos de ácido úrico antes de la cirugía tenían un mayor riesgo de desarrollar gota después de la cirugía. Curiosamente, el estudio también encontró que la disminución de los niveles de ácido úrico en suero tenía más probabilidades de causar brotes de gota que el aumento de los niveles de ácido úrico.

De los 70 pacientes, 50 (71,4%) tuvieron niveles más bajos de ácido úrico en suero después de la cirugía. La disminución de los niveles de ácido úrico en suero después de la cirugía puede estar asociada con la inanición, el ayuno y la administración de líquidos.

Estudio #2:

Un estudio incluyó dos grupos de 67 pacientes cada uno. El primer grupo consistió en pacientes con gota que desarrollaron gota después de la cirugía. El segundo grupo de pacientes tenía antecedentes de gota pero no tuvo ataques de gota después de la cirugía.

Se evaluaron y compararon las características de los ataques de gota después de la cirugía con los ataques de gota previos a la cirugía tanto en los pacientes como en los controles. También se tuvieron en cuenta los datos demográficos, los antecedentes médicos, los datos de laboratorio y las características quirúrgicas para determinar los factores de riesgo de la gota después de la cirugía.

Se revelaron algunos conocimientos interesantes:

  • La gota después de la cirugía generalmente ocurre dentro de los 8 días.
  • Las articulaciones de las extremidades inferiores fueron frecuentemente afectadas en los ataques.
  • La ubicación y el número de articulaciones afectadas reflejan las características de los ataques de gota del paciente antes de la cirugía.
  • Los pacientes que habían sido sometidos previamente a cirugía por cáncer tenían más probabilidades de tener niveles elevados de ácido úrico en suero antes de la cirugía.
  • Hay dos formas de evitar ataques de gota después de la cirugía: 1) Control adecuado de los niveles de ácido úrico en suero antes de la cirugía y 2) administración profiláctica de colchicina.

Conclusión general:

Según los hallazgos de ambos estudios, está claro que controlar los niveles de ácido úrico antes de la cirugía es un factor crítico para reducir el riesgo de gota después de la cirugía. Por lo tanto, es fundamental continuar tomando allopurinol sin interrupción o existe el riesgo de experimentar un brote de gota. ¡Hable primero con su médico!

Incluya el manejo de la gota en su rutina diaria

La cirugía bariátrica puede ayudarlo a evitar algunas de las dificultades a largo plazo asociadas con la gota. Sin embargo, los médicos y los pacientes deben tener en cuenta que la cirugía bariátrica no se recomienda como tratamiento de primera línea para la gota.

No debe someterse a una cirugía bariátrica únicamente para aliviar los síntomas de la gota. Como siempre, ¡hable con su médico sobre un plan de tratamiento de la gota que sea adecuado para usted!