La mayoría de las personas asocian la gota con dolor en la articulación del dedo gordo del pie. Si bien el dedo gordo es la articulación más comúnmente afectada, te sorprenderá saber que la gota también puede afectar otras articulaciones del cuerpo, como las rodillas y los codos.
De hecho, muchas personas sufren de brotes de gota en sus rodillas sin siquiera darse cuenta. Muchas personas descartan el dolor de rodilla como una posible lesión o como los primeros signos de envejecimiento y desgaste articular.
El dolor de rodilla es un signo típico de una lesión deportiva o por sobreesfuerzo, pero también puede ser causado por diferentes tipos de artritis. A veces, el dolor de rodilla puede aparecer sin motivo aparente. Si tu dolor y rigidez en la rodilla van acompañados de un dolor o sensación de ardor, y la articulación está caliente al tacto, es posible que estés experimentando un brote de gota.
Muchas personas descartan la posibilidad de tener gota en las rodillas porque se asocia tan comúnmente con la articulación del dedo gordo del pie. Sin embargo, la gota puede aparecer en áreas del cuerpo que ya tienen artritis, como la articulación de la rodilla.
La gota puede potencialmente extenderse a otras articulaciones
En general, los brotes de gota tienden a avanzar hacia arriba en el cuerpo. Si tienes dolor en la articulación del dedo gordo del pie y sospechas que es gota, un reumatólogo profesional puede ayudarte a obtener un diagnóstico adecuado.
La rodilla puede experimentar un dolor repentino e intenso, hinchazón, enrojecimiento, calor y rigidez cuando se presenta la gota. Además, la rodilla puede ser dolorosa al tacto y difícil de mover.
Si tu condición de gota no se diagnostica ni se trata, puede extenderse desde el dedo gordo del pie. Luego puede comenzar a afectar las articulaciones superiores, comenzando por el tobillo y avanzando hasta la rodilla, y finalmente llegar a la parte baja de la columna vertebral.
Si bien la gota puede afectar ambas rodillas, tiende a manifestarse de manera más severa en una de ellas, especialmente si la rodilla afectada ya tiene artritis.
¿Qué causa la gota en la rodilla?
La gota puede ser causada por niveles altos de ácido úrico en la sangre. Según un estudio, el cuerpo produce aproximadamente el 66% de su propio ácido úrico. El cuerpo también produce ácido úrico cuando se descomponen las purinas, que son compuestos orgánicos que se encuentran en algunos alimentos ricos en proteínas. Los niveles de ácido úrico generalmente son controlados por los riñones al filtrarlos de la sangre.
El ácido úrico es un poderoso antioxidante que beneficia al cuerpo en niveles normales. Sin embargo, cuando hay demasiado en el torrente sanguíneo, puede causar hiperuricemia. Esto puede suceder si los riñones no filtran suficiente ácido úrico o si el cuerpo produce demasiado.
El exceso de ácido úrico puede salir del torrente sanguíneo y formar cristales microscópicos de ácido úrico en tejidos blandos o articulaciones cuando una persona desarrolla hiperuricemia. Estos cristales pueden desarrollarse alrededor o dentro de las articulaciones debido a la temperatura típicamente más baja en estas regiones.
Estos cristales pueden acumularse en la articulación de la rodilla y dar lugar a síntomas similares a la gota, como dolor, ardor, hinchazón y enrojecimiento. Además, la articulación de la rodilla puede sentirse caliente al tacto y la acumulación de cristales puede limitar el rango de movimiento de la articulación de la rodilla. Un brote de gota en la rodilla ocasionalmente puede dificultar caminar.
El sistema inmunológico percibe los cristales de ácido úrico como sustancias extrañas, lo que lleva a una inflamación que se asemeja a la de una infección tanto en apariencia como en sensación. Dicho esto, la gota no se desarrolla en todas las personas que tienen niveles altos de ácido úrico. Según estudios, aproximadamente el 66% de las personas con hiperuricemia no tienen la enfermedad.
¿Qué tan común es la gota en la rodilla?
La investigación muestra que la articulación del dedo gordo del pie es donde el 50% de los pacientes experimenta los primeros brotes de gota. Sin embargo, el 35% de los pacientes experimenta brotes secundarios de gota en la rodilla si no se diagnostican ni se tratan.
Si no se trata la gota, otras articulaciones también pueden resultar afectadas. Los brotes de gota afectan el mediopié y el tobillo en un 40% de los pacientes, los codos y las muñecas en un 30%, y los dedos en un 15% de los pacientes.
No es raro que los pacientes descubran la presencia de gota en la rodilla después de someterse a procedimientos exploratorios, como una radiografía o una ecografía. Esto se debe principalmente a que muchos de ellos creen que el dolor en la rodilla es causado por otra cosa.
Qu'est-ce qui distingue la douleur de la goutte dans le genou?
Tener dolor en la rodilla es inquietante, independientemente de la causa. Pero durante un brote de gota en la rodilla, la mayoría de las personas sentirán un dolor agonizante. La piel se verá enrojecida y se sentirá caliente al tacto, y la rodilla puede hincharse notablemente.
Aunque los mismos síntomas pueden aparecer después de una lesión en la rodilla, el dolor puede no tener una causa aparente, como una caída o un accidente. Además, el inicio del dolor de la gota durante la noche dificulta descansar adecuadamente.
Las primeras 24 horas de un brote suelen ser las más dolorosas, lo que dificulta doblar la rodilla y moverse.
Aunque la comunidad médica aún no está segura de por qué los brotes de gota tienden a ocurrir con más frecuencia durante la noche, algunos investigadores creen que podría ser debido a las temperaturas corporales más bajas durante la noche. Se cree que el ácido úrico tiene más probabilidades de cristalizarse a temperaturas corporales más bajas.
¿Quién es más propenso a la gota de rodilla?
Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar gota. Tener antecedentes familiares de la enfermedad parece ser un predictor importante. Según la investigación, existe una predisposición genética a niveles altos de ácido úrico.
- Predisposición genética: Es posible que tengas mayor predisposición a desarrollar gota si tienes familiares cercanos que padecen la enfermedad.
- Ciertos medicamentos: El aumento de los niveles de ácido úrico en el cuerpo puede ser un efecto secundario de ciertos medicamentos, como diuréticos o fármacos inmunosupresores. Además, si estás siendo tratado por alguna enfermedad subyacente con medicamentos que interfieren con la función normal de los riñones, es posible que tengas mayor probabilidad de desarrollar gota.
- Dieta y estilo de vida: Una dieta alta en azúcar, granos, aceites de semillas y alimentos altamente procesados puede sobrecargar el organismo y dificultar la eliminación de productos de desecho, incluido el ácido úrico, por parte de los riñones. Fumar y beber son riesgos evidentes para la salud en general.
Evitar o limitar alimentos ricos en purinas, como ciertos mariscos, vísceras, alcohol y bebidas azucaradas, puede ser beneficioso. No obstante, los investigadores consideran que los medicamentos tienen un mayor impacto en los niveles de ácido úrico que la dieta.
Obtener un diagnóstico adecuado para sus síntomas de gota
Si sospechas que tienes gota pero no has sido diagnosticado, intenta consultar a un médico mientras estés experimentando los síntomas. La gota es más fácil de diagnosticar cuando estás en medio de un brote, especialmente si está causando hinchazón, enrojecimiento y otros signos visibles.
La gota puede ser identificada y tratada por un reumatólogo, un médico especializado en artritis. Durante tu cita, es probable que el médico te pregunte acerca de tu dieta. También te preguntará si estás tomando algún medicamento y si tienes antecedentes familiares de gota.
Para determinar si un paciente tiene gota u otra afección, el médico realizará algunas pruebas de diagnóstico. Es posible que tu médico también ordene un análisis de sangre para verificar tus niveles de ácido úrico.
Algunas personas tienen niveles altos de ácido úrico pero no desarrollan gota. Otras tienen niveles normales de ácido úrico pero sí desarrollan gota. Como resultado, tu médico ordenará pruebas adicionales.
Una forma efectiva de descartar otras posibles causas de inflamación articular es realizar una radiografía, resonancia magnética (MRI) o tomografía computarizada (CT) de la rodilla. Dependiendo de los resultados de tu examen, tu médico también puede recomendar una ecografía para buscar cristales en la rodilla.
Por último, los médicos pueden recomendar realizar una prueba de líquido sinovial para completar tu evaluación integral. Para hacer esto, se debe extraer una pequeña cantidad de líquido sinovial de la rodilla usando una aguja muy pequeña y luego examinarlo bajo un microscopio en busca de cristales de ácido úrico.
Basándose en los hallazgos de tu examen y pruebas, es posible que te recomienden buscar tratamiento con un reumatólogo, o un especialista en artritis inflamatoria.
Cómo tratar la gota en la rodilla
Aunque no existe un tratamiento conocido para la gota, puedes controlar el dolor en la rodilla y reducir la frecuencia de los brotes utilizando una combinación de medicamentos recetados y remedios caseros.
Utiliza medicamentos recetados por el médico:
Los siguientes medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor causado por los brotes de gota en la rodilla:
- AINEs (antiinflamatorios no esteroides) de venta libre, como ibuprofeno (Advil).
- AINEs recetados por el médico, como celecoxib (Celebrex) o indometacina (Indocin).
- Los corticosteroides son analgésicos que se pueden tomar por vía oral o inyectarse en la articulación de la rodilla.
- Colchicina (Colcrys), es un analgésico para la gota que ocasionalmente puede causar náuseas y otros efectos secundarios.
Para reducir el riesgo de futuros brotes, es posible que el médico también recete una dosis diaria baja de colchicina.
Otros medicamentos que pueden ayudarte a evitar futuros brotes incluyen:
- febuxostat (Uloric) y allopurinol (Zyloprim), que reducen la producción de ácido úrico en el cuerpo y pueden disminuir el riesgo de que la gota se desarrolle en otras articulaciones.
- uricosúricos, incluyendo lesinurad (Zurampic) y probenecid (Probalan), ayudan a eliminar el exceso de ácido úrico del cuerpo, pero también pueden aumentar el riesgo de cálculos renales.
Remedios naturales:
Limitar el consumo de alimentos y bebidas ricos en purinas es una de las formas más efectivas de controlar la gota. Recuerda que cuando tu cuerpo descompone las purinas, produce ácido úrico.
Esto implica consumir menos:
- carne roja.
- vísceras de animales, como el hígado.
- mariscos, especialmente atún, vieiras, sardinas y trucha.
- alcohol
- bebidas azucaradas.
Eliminar algunos de estos alimentos también puede ayudarte a perder peso. Dado que el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar gota, esto puede ser un beneficio adicional.
Sustituye las frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras por alimentos ricos en purinas. Obtén más información sobre qué alimentos comer y evitar si tienes gota.
Existen otros remedios caseros que puedes probar, pero no se ha investigado lo suficiente para determinar su eficacia. Sin embargo, es posible que proporcionen cierto alivio. A continuación te explicamos cómo ponerlos a prueba.
¿Cuánto suele durar la gota en la rodilla?
Aunque los brotes de gota pueden durar varias horas, el dolor en la rodilla puede persistir durante varios días o incluso semanas. Mientras que algunas personas experimentan solo un brote en su vida, otras lo sufren con frecuencia.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la gota es una condición crónica, lo que significa que dura mucho tiempo y requiere un manejo continuo. Aunque los medicamentos y los cambios en la dieta pueden mejorar significativamente tu condición, todavía existe el riesgo de experimentar un brote.
Además, encontrar la combinación adecuada de cambios en la dieta y medicamentos que funcione para ti puede llevar tiempo. No te desanimes si las cosas no parecen mejorar de inmediato.
¿Existen riesgos a largo plazo?
Los brotes de gota pueden afectar más de una articulación a la vez y volverse más graves y frecuentes con el tiempo. La inflamación relacionada con la gota puede causar daño permanente en la articulación de la rodilla si no se trata, especialmente si tienes brotes frecuentes.
Tofos:Con el tiempo, pueden formarse tofos, o depósitos de cristales de ácido úrico, alrededor de la rodilla. Aunque estos bultos no son dolorosos, pueden agravar la hinchazón y la sensibilidad durante un brote.
Además, las personas que sufren de gota son susceptibles a infecciones, las cuales deben tratarse de inmediato. Las infecciones por gota son más propensas a ocurrir en personas con diabetes.
Sin embargo, el tratamiento temprano de la gota con frecuencia puede ayudar a controlar la condición y reducir el riesgo de efectos secundarios graves, como el daño articular.
Señales de que puedes tener gota en la rodilla:
La gota en la rodilla se caracteriza por la inflamación de la articulación de la rodilla y los tejidos circundantes. También puede causar inflamación en la bursa prepatelar, que se encuentra frente a la rótula. Las bursas son sacos llenos de líquido que actúan como amortiguadores entre los tejidos blandos y los huesos en el cuerpo.
Los síntomas de la gota en la rodilla incluyen:
- Hinchazón en y alrededor de la rodilla.
- Dolor que a menudo es repentino y severo, limitando el uso de la rodilla.
- Decoloración de la piel o piel brillante alrededor de la rodilla.
- Una sensación de calor en o alrededor de la rodilla.
- Sensibilidad al punto en que la articulación no puede soportar el tacto, el peso o la presión.
- A medida que la inflamación disminuye, la piel se vuelve picante, escamosa y se desprende.
Los síntomas de la gota empeoran frecuentemente durante los brotes, que suelen durar de 3 a 10 días. Puede pasar meses o años para que una persona tenga otro brote de gota después del inicial. Pero sin cuidado preventivo, muchas personas experimentan otro brote en un plazo de dos años.
Cirugía de reemplazo total de rodilla y gota
Según un estudio publicado en Osteoartritis y cartílago, la gota podría estar relacionada con un mayor riesgo de osteoartritis severa de rodilla, lo cual podría justificar la cirugía de reemplazo total de rodilla. Los profesionales médicos afirman que el tratamiento de la gota o la hiperuricemia podría frenar la progresión de la osteoartritis de rodilla.
Sin embargo, los cambios en la dieta y la pérdida de peso siguen siendo los pilares del tratamiento para la osteoartritis de rodilla. Se reconoce ampliamente que un índice de masa corporal elevado es el factor de riesgo más importante para la osteoartritis de rodilla, además de la edad y el género.
Como resultado, en casos de osteoartritis de rodilla severa, la obesidad es el factor de riesgo más significativo para el reemplazo total de rodilla.
Durante la cirugía de reemplazo total de rodilla, se utiliza una articulación artificial para sustituir la articulación de rodilla enferma o dañada. La acumulación de cristales de ácido úrico en la gota podría provocar daño e inflamación en las articulaciones, lo cual complica la cirugía de reemplazo de rodilla. Por lo tanto, esto dificulta la realización de la cirugía y podría aumentar la posibilidad de complicaciones.
Antes de realizar una cirugía de reemplazo de rodilla en un paciente con gota, por lo general, el médico querrá asegurarse de que la gota esté bien controlada. Esto podría implicar el tratamiento de la gota con medicamentos que reduzcan los niveles de ácido úrico en la sangre y eviten el crecimiento de cristales en la articulación.
El cirujano tomará precauciones para reducir las lesiones en la articulación y los tejidos circundantes durante el procedimiento mismo. También se tomarán medidas para evitar infecciones, las cuales podrían representar un riesgo en personas con gota. El paciente podría necesitar seguir tomando medicamentos para controlar su gota y evitar nuevos brotes después de la cirugía.
Cualquier persona que esté considerando una cirugía de reemplazo de rodilla debería hablar con su médico sobre su historial médico y cualquier condición de salud subyacente, como la gota, para asegurarse de recibir la atención adecuada y reducir el riesgo de complicaciones.
Recurrencia de gota después de una artroplastia total de rodilla (TKA)
Según los hallazgos de un estudio publicado en The Journal of Arthroplasty, es más probable que haya una recurrencia de la gota después de una artroplastia total de rodilla (TKA, por sus siglas en inglés) en pacientes con antecedentes previos de gota.
El impacto de la TKA en la gota fue examinado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tulane en Luisiana, Nueva Orleans. Se utilizó la base de datos PearlDiver Mariner, que incluye información sobre 91 millones de pacientes estadounidenses entre 2010 y 2020, para recopilar los datos.
Antes de la TKA, se compararon los pacientes con gota previa con aquellos sin diagnóstico de gota. Se empleó un método de emparejamiento 1:1 para tener en cuenta las diferencias entre las cohortes.
El estudio incluyó un total de 17,463 personas, tanto con como sin gota previa a la TKA. Los participantes en la cohorte de gota y en el grupo de control tenían un promedio de edad de 67 años, y el 39,6% y el 39,6% eran mujeres, respectivamente.
Dos años después de la TKA, el 53,8% del grupo de gota tuvo una recurrencia, mientras que el 3,6% del grupo de control tuvo gota. Los grupos tenían tasas comparables de incisión y debridamiento, aflojamiento de la prótesis y fractura periprotésica (0,4%-0,7%) a 1 año.
Sin embargo, el grupo con gota previa tuvo una tasa más alta de revisiones e infecciones de articulaciones protésicas.
Por otro lado, cuando el estudio se limitó a pacientes con gota en su rodilla operada, aquellos con recurrencia de gota en comparación con aquellos sin recurrencia tuvieron un mayor riesgo de aflojamiento de la prótesis. A los 2 años, los pacientes con gota en su rodilla operada tenían más probabilidades de experimentar aflojamiento de la prótesis, infección de la articulación protésica y revisión.
Los autores del estudio concluyeron que un diagnóstico adecuado y una gestión apropiada de los pacientes con gota en el entorno perioperatorio son fundamentales para reducir el riesgo de recurrencia de la gota después de la cirugía. Reducir los ataques de gota después de una TKA primaria podría ayudar a disminuir el riesgo de resultados articulares deficientes.
Gota y artrosis severa de rodilla
La gota está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar artrosis de rodilla (KOA) grave, especialmente en mujeres delgadas, lo que sugiere que la artritis por cristales puede contribuir al desarrollo de la OA..
La artrosis de rodilla (KOA) es la principal causa de discapacidad musculoesquelética y representa una carga significativa para la salud tanto a nivel individual como a nivel global.
La edad, el género femenino y el índice de masa corporal (IMC) son factores de riesgo conocidos según los estudios. Sin embargo, investigaciones recientes han examinado el papel de los depósitos de cristales y los factores celulares, biomecánicos y bioquímicos que están relacionados con la degeneración del cartílago, el síntoma principal de la osteoartritis.
Aunque hay evidencia creciente de que los cristales de calcio desempeñan un papel patogénico importante en la OA, la conexión entre la OA y la gota es menos clara.
La gota es una artritis inducida por cristales que se produce debido a la hiperuricemia a largo plazo que resulta en la deposición de la sal monosódica del ácido úrico. La mayoría de los médicos intuitivamente creen que la presencia de OA en la gota se debe a daños articulares secundarios causados por la artritis gotosa crónica.
Un estudio La gota es una artritis inducida por cristales que se produce debido a la hiperuricemia a largo plazo que resulta en la deposición de la sal monosódica del ácido úrico. La mayoría de los médicos intuitivamente creen que la presencia de OA en la gota se debe a daños articulares secundarios causados por la artritis gotosa crónica.
Los pacientes con gota autoreportada tenían más probabilidades de ser hombres, fumadores de toda la vida y bebedores frecuentes de alcohol. Además, tenían más probabilidades que aquellos sin gota de tener una mayor educación, un IMC más alto y participar en más actividad física.
Los antecedentes autoreportados de hipertensión, diabetes mellitus, enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y otras formas de artritis eran más comunes entre aquellos con antecedentes de gota.
En resumen, este estudio descubrió que era más probable que se desarrollara un TKR debido a KOA grave cuando estaba presente la gota.
El pilar del tratamiento de la KOA sigue siendo los cambios en el estilo de vida y la pérdida de peso. Sin embargo, el estudio tiene implicaciones para la futura gestión de la KOA, lo que sugiere que la terapia para reducir el ácido úrico, especialmente en mujeres delgadas, puede reducir el riesgo de desarrollar KOA grave que requiera TKR.
Conclusión
La gota es una afección crónica que no tiene cura, por lo que deberá controlarla durante un tiempo. Si bien encontrar el enfoque de manejo adecuado puede llevar algún tiempo, muchas personas con gota descubren que una combinación de mediación y cambios en el estilo de vida es efectiva.