El peligroso químico que puede causar estragos en tu salud y tu gota
El glutamato monosódico (MSG, por sus siglas en inglés) es un popular potenciador de sabor, y si has comido en un buffet chino, sabes cuánto MSG agregan y cómo te sientes hinchado una vez que sales de allí. Pero el MSG no solo se encuentra en la comida china, en la actualidad las compañías de alimentos lo utilizan en muchos de los alimentos procesados que encuentras en tu tienda de comestibles local: alimentos congelados, galletas, sopas enlatadas, verduras enlatadas, papas fritas, carnes curadas, queso procesado, cereales para el desayuno, postres, condimentos, ¡y la lista continúa y continúa! Lo que hace el MSG es que hace que esos alimentos sepan más frescos y huelan mejor mientras destruye silenciosamente tu salud.
¡No dejes que nadie más te diga lo contrario, pero el MSG es una toxina! Un buen libro sobre el MSG es Excitotoxins: The Taste that Kills escrito por el Dr. Russell Blaylock. En su libro, explica cómo el MSG es un excitotoxina, lo que significa que sobreexcita las células cerebrales causando daño cerebral y eventualmente la muerte. Según el autor, el MSG también se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Lou Gehrig.
¿Qué es el MSG?
El MSG nació en 1908 gracias al inventor japonés Kikunae Ikeda, quien identificó por primera vez el sabor natural del alga marina y luego creó el aditivo artificial que llamamos MSG. La composición química del MSG consiste en un 78 por ciento de ácido glutámico libre, un 21 por ciento de sodio y hasta un 1 por ciento de contaminantes.
También tienes los guanilatos que incluyen ácido guanílico, guanilato dipotásico, guanilato cálcico y guanilato disódico. Son cristales blancos, inodoros y sin color que se utilizan principalmente en alimentos bajos en sal/sodio para realzar el sabor, de modo que puedas pensar que estás comiendo saludable cuando no lo estás. Estos guanilatos se metabolizan en purinas en tu cuerpo y definitivamente deben evitarse si sufres de gota.
Entonces tienes inosinatos como el ácido inosínico, inosinato dipotásico, inosinato cálcico y inosinato disódico, que se encuentran principalmente y de forma natural en productos animales como queso procesado, aves de corral, carne, fideos precocidos, caldos, etc. Los inosinatos se utilizan junto con el glutamato monosódico (MSG) y tu cuerpo también los metabolizará en purinas, así que debes tener cuidado.
¿Por qué crees que te recomiendo leer mi libro electrónico "La gota y tú: La dieta y el recetario definitivos para la gota", en el que te enseño cómo comer alimentos frescos y evitar todos estos alimentos procesados? A las compañías alimentarias solo les importa su beneficio mientras destruyen tu salud.
Los potenciadores de sabor como el MSG se utilizan en casi todos los productos envasados y pueden causar una variedad de problemas de salud como dolor en las articulaciones, músculos, dolores de cabeza, fatiga, mareos, ya que los sabores artificiales como el MSG y los edulcorantes artificiales pueden estimular el páncreas, provocando un desequilibrio en los niveles de insulina y azúcar en la sangre. Si además tienes problemas cardíacos, el MSG puede provocar un ritmo cardíaco acelerado. Esto no es bueno para nosotros, los que padecemos de gota, y es mejor utilizar especias naturales para dar sabor a nuestros alimentos. Sí, requiere más trabajo, pero ¿quieres vivir o quieres morir?
La FDA exige que las compañías de alimentos deben listar el MSG (glutamato monosódico) si se agrega en la etiqueta, pero las compañías de alimentos saben que tú y yo lo buscamos y han desarrollado más de 40 ingredientes etiquetados para ocultar el MSG, y no lo sabrías solo por sus nombres. Algunos de los nombres extraños incluyen levadura autolizada, glutamato monopotásico, ácido glutámico, gelatina, proteína hidrolizada, caseinato sódico, solo por nombrar algunos.
Por eso tengo la regla de que cuando voy de compras al supermercado y miro la etiqueta, si no sé qué son estos ingredientes con nombres extraños, lo vuelvo a colocar en el estante y no lo compro. Esta es una buena regla para vivir; no te meterá en problemas, eso seguro. Además, muchos restaurantes utilizan MSG en sus platos, así que asegúrate de preguntarle al camarero antes de pedir qué comidas del menú no tienen MSG o simplemente evita los restaurantes como yo, porque nunca sabes qué te vas a encontrar.
